Causó bastante revuelo hace cosa de 6 meses la aparición de la primera impresora sin tinta para fotos. De Polaroid, claro.

Dispuesta a recuperar el mercado que una vez tuvo Polaroid ha diseñado cámaras digitales instantaneas y también la impresora sin tinta de bolsillo.

Y, como no podía ser de otra manera, comienzan a bajar de precio espectacularmente.

La impresora sin tinta de bolsillo ya se puede comprar en muchos sitios por unos 44 euros (originalmente más de 100 euros)

Porque, que duda cabe, el negocio a largo plazo de Polaroid es el papel fotográfico Zink que viene saliendo por unos 8-9 euros el paquete de 30.

En realidad no está nada mal comparado con el precio que sale imprimir una foto en una impresora de tinta convencional.

Con algunas grandes ventajas añadidas:

- Las fotos no se decoloran con el tiempo.
- Son bastante resistentes, incluso al agua.

Las ventajas de la impresora de bolsillo PoGo son obvias para muchos usuarios:

- Se puede transportar muy fácilmente (es de bolsillo)
- No es necesario enchufarla (sólo para recargar su batería de litio).
- No es necesario conectarla a la cámara o al teléfono móvil si dispone de BlueTooth.
- Se puede imprimir la foto en cualquier sitio (si llevas la impresora encima).

Por tanto, es un cacharro bastante recomendable que te da una gran libertad para pasar a papel tus fotos.

Está claro que podrías comprar una cámara digital instantánea polaroid, pero casi seguro que la impresora te va a ser más útil porque, al fin y al cabo, vivimos rodeados de pequeñas cámaras (teléfono móvil, webcams, otras cámaras fotográficas digitales).

Polaroid PoGo en acción: